
Bodega familiar, elaboramos vinos de mínima intervención en tres zonas geográficas a partir del máximo respeto por el viñedo e intentando trasladar dentro de nuestros vinos la personalidad de cada viñedo, la albariza de Sanlucar, la mineralidad de la pizarra del Bierzo y la salinidad del granito de Alella.
Vinos orgánicos de mínima intervención.
Nuestro sueño...
Desde el 2010, el proyecto nace con la inquietud y el esfuerzo por recuperar el patrimonio vitícola de nuestro país, intentando recuperar viñedos viejos de variedades autóctonas en entornos de gran interés enológico y biológico.

Nuestras fermentaciones...
Todas nuestras fermentaciones son espontáneas por lo que trabajamos con las levaduras propias de cada uva, tambien llamadas levaduras indígenas, que son aquellas que provienen de cada viñedo y que intentamos que transmitan a cada vino la complejidad de cada parcela.

Añadas
2011: añada cálida de brotación precoz y agosto caluroso.
2012: añada fría, nevadas en primavera y difícil maduración.
2013: maduración heterogénea por piedra en junio pero con vinos muy afrutados.
2014: añada de concentración natural con buena acidez y equilibrio
2015: añada muy cálida, vinos con mucha fruta y poca acidez.
2016: añada muy lluviosa con problemas sanitarios y muy difícil maduración.
2017: heladas en junio perdiendo el 60% de la producción. Maduración tardía.
2018: caida de piedra a principios de julio. Maduración muy heterogenea y buena acidez.
2019: añada de buena calidad y cantidad. Buena maduración con vinos afrutados y acidez equilibrada.
2020: añada marcada por las lluvias de primavera, afectaciones de mildiu intenso con grandes perdidas de producción y calidad por determinar.